COMENTARIO DE ABU SIMBEL

Estamos ante un edificio totalmente religioso concretamente un templo, un templo consagrado a Ramsés II, considerado hijo de Horus. Es una obra simple puesto que solo cuenta con su propio templo .
Está situado al sur de Egipto, en la antigua Nubia a orillas del lago llamado Lago Noser o presa de Asuán.
Es una obra arquitectónica anónima , este templo pertenece a la dinastía de faraones XIX de Abu Simbel durante el reinado de Ramsés II ,su construcción se inició aproximadamente en el 1284 a.C y duro 20 años, hasta el 1264 que se incluye en el imperio nuevo egipcio.
En cuanto al análisis formal nos encontramos una planta que presenta la distribución habitual de los templos egipcios, con algunas diferencias al tratarse de un templo speos:
1.Pilono o fachada (con los cuatro colosos de Ramsés II).
2.Sala hispóstila( con columnas adornadas con figuras de Ramsés II-Osiris)
3.Otras salas secundarias y al final el santurario donde se encuentan imágenes de varios dioses y el propio Ramsés II.

Imagen del Santuario:

No es un edificio exento sino que está perfectamente tallado en roca granítica entre dos contrafuertes oblicuos que producen un efecto de perspectiva que hacía parecer más distante y profunda la fachada.
Si pasamos a describir los elementos del edificio podemos decir que en cuanto a los materiales, El templo se abre con un pórtico que conduce a un atrio y una erraza, donde se encuentra la impresionante fachada, excavada en la roca, de 35 metros de anchura por 30 metros de altura, en la que están los 4 famosos colosos sedentes de Ramsés II de unos 22 metros de altura. Estos colosos están acompañados de pequeñas figuras, colocadas entre las piernas, que representan a sus parientes. El templo se construyó aprovechando las cavidades existentes, ahora dedicadas a divinidades locales, y agrandando la planta para adaptarla a las nuevas necesidades.Sólo aparecen citas de Ramsés II, salvo un escrito de Siptah, alabando a los dioses, que se encuentra en la pared norte de la entrada.

Del análisis exterior destacamos:La gran fachada del templo principal, que está presidida por cuatro colosos sedentes del faraón con una altura de 21 m esculpidos directamente en la roca. Ramsés II está representado con la doble corona y las manos apoyadas en las rodillas. A los pies de estos colosos se encuentran unos relieves de prisioneros negros y asiáticos, que simbolizaban los enemigos fronterizos de Egipto. A ambos lados de los mencionados colosos, junto a sus pies y adosadas se hallan unas estátuas de los miembros de su familia, incluyendo entre ellas la de su primera esposa real Nefertari, su madre Tuya y otras de algunos de sus hijos. La primera estátua de la izquierda pertenece al faraón y es calificada como un fiel retrato. El tronco de la segunda se ha derrumbado, en cuanto al tercero fue restaurado por Sethi II. En la pared del antepatio existen dos inscripciones de gran valor documental : la primera es la Estela del Casamiento, esculpida en la roca arenisca, en el sector meridional de la plataforma. Se relata en ella la boda de Ramsés con la hija del rey de los hititas. La segunda inscripción es una copia del famoso poema de Pentaur donde se narra la Batalla de Kadesh.

Respecto al análisis interior desde esta sala se accede a la considerada sala hipóstila.Al fondo del templo se encuentra el santuario o Santa Santorum con estatuas de Ramsés II y de los dioses Ptah, Amón y Ra.En los laterales del templo se situan una serie de capillas se encuentran una serie de cámaras que se van haciendo cada vez más pequeñas a medida que el suelo de las mismas se va elevando de manera acentuada. En el muro norte de esta sala se encuentran representada mediante relieves escenas del faraón en combate (incluyendo la batalla de Kadesh) y en el muro sur las guerras contra los libios, sirios y nubios, incluyendo una presentación de estos prisioneros ante los dioses. Estos relieves, hoy en día, todavía conservan un poco de su policromia original. Este fenómeno se conoce como la “Perpendicular del sol sobre Abu Simbel”. La orientación de la fachada hacia el este hace que la luz entre en determinadas fechas al templo iluminando distintas imágenes asociadas a estas fechas, como por ejemplo, la agricultura.El ritmo del templo es cerrado, poco luminoso y tiene una caída de progresión longitudinal. En la dinastía XIX predomina el gusto por el colosalismo, felizmente corregido por un sentido extraordinariamente vivo de las proporciones armoniosas.

El Templo es un elemento vivo, orgánico, en crecimiento. Se amplia y crece para dar cabida a programas teológicos más complejos. Se reutilizan los espacios, se destruye lo que es inútil. Cuanta mayor sea la complejidad, más laberíntico sea su santuario, más mistérico y poderoso será el Dios y sus sacerdotes. Su colosalismo impresiona pero su aislamiento del exterior redunda en hacer la religión y a los que la controlan seres de una casta diferente a los demás.