lunes, 17 de mayo de 2010

COMENTARIO DEL FUSILAMIENTO DE LA MONCLOA




El cuadro del fusilamiento de la Moncloa está hecho en óleo sobre lienzo, mediante el pincel. El famoso cuadro de los fusilamientos narra uno de los sucesos ocurridos en Madrid a comienzos del mes de mayo de 1808: tras la revuelta iniciada el día 2 por el pueblo madrileño contra los invasores franceses, éstos hicieron numerosos prisioneros, a muchos de los cuales acabaron fusilando en la noche del 3 de mayo. Esta es la escena que describe Goya en la obra: la ejecución de una serie de patriotas españoles a manos de un pelotón de soldados franceses.
Su autor fue : Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828).La fecha de este cuadro es de 1814.Está localizado en el Museo del Prado en Madrid y es de estilo de la pintura española del siglo XVIII.

Se sabe que Goya observó estos cruentos episodios desde su quinta y que tomó apuntes la misma noche en que acontecieron los hechos, de donde proviene el extraordinario realismo de su pintura y su profunda sinceridad. Así lo testimonió su criado Isidro, que dejó para la posteridad una curiosa narración de los hechos, a la vez emotiva y vibrante: "Desde esta misma ventana vio mi amo los fusilamientos con un catalejo en la mano derecha y un trabuco cargado con un puñado de balas en la izquierda. Si llegan a venir los franceses por aquí, mi amo y yo somos otros Daoiz y Velarde."

En los colores del cuadro utiliza una paleta principalmente oscura, donde predominan la gama de los negros, color de la muerte por excelencia, con importantes mezclas de colores relacionados con la gama del verde. La otra gran familia cromática la forman los ocres y marrones. Sin olvidar el blanco de la camisa del hombre con los brazos abiertos que supone un gran contraste con el resto de la paleta, en su mayoría oscuros. Podríamos decir de esta composición que sigue un "crescendo" cromático que va desde el blanco de la camisa del civil, hasta el negro de algunas vestimentas de los soldados.Los contornos están perfilados en negro, pero Goya no respeta las formas del modelado gradual tradicional. El dibujo casi desaparece. Cuerpos y rostros están deformados, con una técnica expresionista. La pincelada es amplia, larga, quebrada, con grandes manchas. Estilísticamente, no podemos olvidar aquí el peso de la escuela tenebrista, que sin duda debió influir en Goya.

Respecto a la luz, hay bruscos contrastes lumínicos. Goya utiliza el tenebrismo para conseguir un efecto dramático. Sobre un fondo oscuro, el foco de luz único proviene del farol, que ilumina fuertemente la zona de los patriotas, mientras los soldados franceses aparecen en penumbra, dibujándose sus sombras en el suelo. La luz separa simbólicamente las dos zonas. Los grupos se ven de derecha a izquierda, lo que introduce un elemento de transcurso del tiempo en la composición.

Para más realismo aún si cabe, trabaja perfectamente la perspectiva aérea, en la cual los personajes del primer plano están más dibujados y nítidos que el paisaje del fondo.


Para Goya, es evidente que la violencia de la guerra carece de justificación alguna, de ahí el tono dramático generalizado que inunda el cuadro. Pero hay en éste otra abundante carga simbólica. Por una parte, la actitud y la postura del pelotón francés (con sus miembros alineados, estando sus piernas derechas retranquedas y los fusiles en actitud de disparo inminente), así como el hecho de que no se vean los rostros de los soldados, viene a simbolizar la cobardía del invasor, que recurre a la nocturnidad para tomar venganza de los sucesos del día anterior. El pelotón es, por lo tanto, un arma, al servicio de la guerra, de la muerte y de los planes expansivos de Napoleón.

Por otra parte, el grupo de los españoles está cargado de símbolos. Los que vienen a representar el miedo, la angustia o el terror son evidentes, así como la actitud religiosa ante la proximidad de la muerte, representada en los gestos de oración. Pero la especial iluminación de la obra hace al espectador dirigir su vista hacia el civil que se enfrenta a pecho descubierto a la muerte y alza sus brazos, mientras dirige su mirada hacia quienes van a fusilarlo; manos en las que son visibles estigmas. Está actitud está, pues, próxima a aquella con la que se retrata a Cristo crucificado. Además, a la izquierda y en el fondo, aparece una mujer sentada que lleva un niño en los brazos y en la que se ha querido ver una referencia a la Virgen María. Este grupo haría así una alusión a los principios básicos de la religión católica.

La composición está dominada por dos grandes diagonales que confluyen en el farol colocado en el suelo: la de la montaña y la del pelotón de fusilamiento, que da profundidad a la escena. A la izquierda, los cadáveres colocados en primer plano presentan violentos escorzos. La combinación de líneas verticales -condenados-, horizontales - fusiles- y curvas- sables, brazos- dan movimiento a la escena, que parece real. La figura con la camisa blanca es el punto de atracción de la composición.

En este lienzo introduce una nueva concepción de la pintura de historia, alejada de la visión heroica y gloriosa tradicional; la pintura se convierte en una forma de "protesta social", de criticar una realidad histórica que genera sufrimiento humano. Este cuadro servirá de modelo a otros pintores: Manet "Fusilamiento del emperador Maximiliano" (1867) y Picasso "La masacre de Corea" (1951).

jueves, 8 de abril de 2010







Nombre: Alonso Cano
Nacionalidad: España
Granada (1601) - Granada (1667)
Estilo: Barroco Español

Alonso Cano fue pintor, arquitecto y escultor. Por su gran versatilidad se le llamó el Miguel Ángel español. Se formó primero con su padre, Miguel Cano, y después en el taller de Pacheco, en donde también estaba Diego Velázquez. A partir de 1629 su actividad fue sobre todo escultórica, con la que tuvo un gran reconocimiento; de hecho, su labor como escultor, aunque escasa en número, es la más importante. Dentro de su obra pictórica vemos que desarrolla un estilo renacentista junto a un vivo colorido de influencia veneciana. En Madrid, junto a Velázquez tenía un taller en el que restauraba las pinturas de las colecciones reales. Sus temas fundamentales fueron religiosos, como San Francisco de Borja (1624) del Museo de Arte de Sevilla o el San Juan Evangelista (1635) de la Colección Wallace en Londres. Apenas pintó temas profanos. Su vida fue muy tormentosa, en contraste con la dulzura de sus pinturas. Casado con una adolescente casi niña, parece ser que le causaba malos tratos. La muerte de ésta hizo que se le acusara de parricidio, aunque no se demostró.


obras:

CRISTO MUERTO





Título: Cristo muerto (1646 h.)
Autor: Alonso Cano
Museo: Museo del Prado
Estilo: Barroco

Cano utilizó a lo largo de su vida modelos de otros pintores para realizar sus propios lienzos. Este caso sería el mismo, puesto que la figura de Cristo copia cuadros del Manierismo veneciano, hecho que no resta calidad a la obra del español. El Cristo muerto que nos presenta es uno de los más hermosos que se ejecutaron en el siglo XVII y existe otro muy parecido, también en el Museo del Prado. Resulta asombroso el estudio de la anatomía que Alonso Cano ha realizado y, sobre todo, el análisis de la luz, al modo de los caravaggistas: un fondo oscuro sin iluminación ni referencias espaciales, contra el cual se recortan las figuras de Cristo y el ángel, fuertemente iluminados por un foco lateral. Los matices de la piel del hombre muerto son infinitos, en una gama delicadísima de rosas y blancos, continuados como una melodía en los blancos y los grises del sudario. Como ya resulta frecuente en estos años, el pintor coloca una serie de objetos al lado de la acción a modo de naturaleza muerta perfectamente captados: se trata de una jofaina con agua para lavar las heridas de Cristo, así como los símbolos de la Pasión, la corona de espinas y los tres clavos.

CRUCIFICADO:




Título: Crucificado (1650-60)
Autor: Alonso Cano
Museo: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Estilo: Barroco Español


La figura de Alonso Cano, eclipsada por Velázquez, es una de las más importantes del Barroco español. Ambos artistas trabajaron juntos en el taller de Pacheco, llegando a realizar alguna obra de manera conjunta en la que resulta imposible saber lo que salió de cada pincel. Sin embargo, Cano tomará una vía diferente, interesándose por los maestros venecianos. Este Crucificado que contemplamos es uno de los muchos cuadros de devoción que se realizaron a lo largo del siglo XVII, siguiendo la iconografía impuesta por su maestro Pacheco al colocarlo con cuatro clavos, la calavera de Adán a sus pies y la ciudad de Jerusalén al fondo. La bella y escultórica figura está perfectamente trazada y cubre sus partes íntimas con un paño de pureza blanco que revoletea al viento. Apoya los pies en un subpedáneo y su cuerpo parece venirse hacia adelante por la postura de la cabeza coronada de espinas, que mira hacia abajo como arrepintiéndose de su decisión. La luz ilumina plenamente el cuerpo y crea un profundo contraste con el oscurecido fondo. La sangre está presente en la figura pero de manera delicada, sin ser el elemento principal del asunto. La sensación atmosférica que rodea a Cristo está inspirada en la Escuela veneciana.

DOS REYES



Título: Dos Reyes (1639/41)
Autor: Alonso Cano
Museo: Museo del Prado
Estilo: Barroco

Gracias al título del lienzo en los catálogos antiguos podemos saber que se trata de dos reyes godos, aunque nada nos indica cuáles puedan ser sus respectivas identidades. El motivo de la obra es desconocido y la hace muy interesante, pues Alonso Cano apenas trató temas profanos, ya que su producción casi estaba copada por encargos religiosos. Las figuras resultan de tamaño mayor que el natural, captadas desde un punto de vista bajo que hace pensar que estaban pensadas para colocarse en alto. Los dos personajes están reflejados con extraordinario realismo, lo cual habla de las dotes pictóricas del artista. Uno de ellos aparece caracterizado como un obeso de rostro sonrosado y ojos hundidos. El otro es un joven de mirada recelosa, bajo cuyo manto de hermosa seda azul asoma la punta de una espada. El modo de representarlos y el hecho de que formen un par resulta poco habitual para el arte de la época. Puede que se trate de un lienzo integrante de una serie de los reyes de España. En cualquier caso, hay que apreciar el dominio del color que a estas alturas demuestra Cano, tras su aprendizaje sobre los pintores venecianos y su colega Velázquez. Sus colores son de gamas atrevidas y combinaciones sorprendentes, como sólo Zurbarán se atrevía a hacer. Sin embargo, están matizados con una sutilísima delicadeza que los armoniza con gran efectismo.

INMACULADA





Título: Inmaculada (1653-57)
Autor: Alonso Cano
Museo: Museo BB.AA. Granada
Estilo: Barroco Español

Alonso Cano realizó esta Inmaculada Concepción según los postulados de la estética barroca sevillana. El tema de la Inmaculada pone de manifiesto la inocencia y la virginidad de María al concebir a Jesús. Para destacar esta idea, la joven María suele representarse con una serie de características que el fiel conocía e identificaba. Eran, por ejemplo, la túnica blanca con el manto azul, las doce estrellas que coronan su cabeza, la media luna sobre la cual se apoya, etc. Estos rasgos fueron establecidos, especialmente, a través de escritos como los de Francisco Pacheco, el suegro de Velázquez, que luego otros pintores ejecutaban en sus obras. Cano ha utilizado para esta pintura sus dotes de escultor, puesto que la imagen tiene un aspecto muy tridimensional, con correctos volumen y sombreado, como si fuera una escultura de bulto redondo.

SAN BERNANDO



Título: San Bernardo (1656/60)
Autor: Alonso Cano
Museo: Museo del Prado
Estilo: Barroco

El tema del lienzo que Alonso Cano pintó para los monjes capuchinos de Toledo es bastante inusual, por prestarse a interpretaciones escabrosas y alejadas de la piedad que se pretendía suscitar. Se trata de uno de los acontecimientos milagrosos de San Bernardo, quien a punto de fallecer de inanición fue alimentado por la mismísima Virgen María en una aparición milagrosa. La forma de plasmar al santo recibiendo la leche había de ser lo más pura posible, por lo que Cano ubica la acción en el propio altar. Dado el tamaño del lienzo, pudiera decirse que la escena es totalmente verosímil, pues tanto las dimensiones del altar como de las figuras se aproximan al natural. De este modo el santo, que se había arrodillado a rezar a la imagen de la Virgen, contemplaría asombrado cómo de esta imagen esculpida brotaba la leche que le alimenta. El estilo dulce y colorido de Cano se mantiene en esta obra como en otras, aunque parece haber reducido su paleta a los colores blanco y rojo que predominan en el lienzo.


Estos son algunos de sus lienzos...

INMACULADA



Esta preciosa escultura de Alonso Cano, de madera policromada, de
1,72 m de altura y fechada entre
1620 y 1625, constituye una de sus primeras obras conocidas de su
etapa sevillana, la cual demuestra la proximidad del artista a la obra de
Juan Martínez Montañés durante su periodo de formación.Al igual que en el resto de su producción, tanto pictórica como escultórica, observamos el gusto por la belleza serena y contenida de sus personajes que no necesitan mostrar su emoción interior mediante gestos exagerados o pronunciados. El especial tratamiento que concede Cano a los ropajes será el que introduzca en gran medida el ritmo y el sentido de ascensionalidad en la escena.

VIRGEN DE BELÉN



Esta pequeña talla de 45 cm fue realizada por Alonso Cano para rematar el facistol que diseñó para la catedral y para sustituir la escultura de la Inmaculada que a su vez él mismo talló y que por su belleza fue llevada a la Sacristía para facilitar su contemplación. Cano en su etapa granadina (1652-1667) tuvo una especial inclinación hacia las obras escultóricas de pequeño formato, y parece que en ellas es capaz de
mostrar una mayor intimidad.

De nuevo destacaremos la belleza serena de la imagen y el minucioso tratamiento de los ropajes de María que destacan frente a la desnudez del niño. En la producción de Alonso Cano volveremos a encontrar la misma temática en varias obras pictóricas, caso de la Virgen del Lucero del Museo del Prado, o en la Virgen de Belén del Palacio Arzobispal de Granada.


Estas son algunas de sus esculturas...

jueves, 25 de febrero de 2010

COMENTARIO DEL ENTIERRO DEL CONDE DE ORGAZ




EL ENTIERRO DEL CONDE DE ORGAZ:


El entierro del conde de Orgaz ,está en la iglesia de Santo Tomé en Toledo fue encargo del párroco de Santo Tomé, para conmemorar la resolución favorable de un pleito emprendido contra los habitantes de villa Orgaz , que se negaba a pagar a la iglesia la suma anual establecida en testamento por su señor .El autor de este cuadro es El Greco , su fecha es 1586-1588 y su estilo es renacentista.
El soporte es el lienzo y la técnica es el óleo .La temática de este cuadro es religioso, la idea es crear dos mundos(terrenal-divino).Respecto al predominio de la línea , predomina la línea curva ,se puede ver en el conde haciendo una forma de s o los de detrás en forma de la línea, e incluso los que le sostiene en forma curva también, y en algunos casos es discontinua. El color en el mundo celestial predominan los colores fríos, apagados ; se observa también en la virgen con ese azul de la pasión; la pincelada es más pastosa, violenta, en cambio en el mundo terrenal la pincelada es mas suelta, sigue habiendo el negro pero también hay colores cálidos ( en San Agustín y San Esteban , en ellos también se observa ese detallismo que a el le cuesta pero aquí intenta hacerlo y se puede observar decoración vegetal, retratos.. refuerzan el color oscuro con la herradura y sobretodo la veladura en el párroco para crear la sensación de la túnica negra que lleva debajo.)
Respecto a la luz ambos mundos tienen una luz diáfana ( que no preceden de ningún punto concreto) luz artificial usada a criterio del autor; típico del manierismo, es decir, no se han tenido en cuenta las antorchas pintadas como procedencia de la luz del cuadro, ya que La luz recae sobre varias partes: los santos y el señor de Ordaz, las caras de los personajes que ven el entierro, o en la parte superior los personajes más importantes: Cristo, etc. Se crean así zonas más iluminadas y otras más oscuras (claroscuro).
En cuanto al espacio y la perspectiva hay una falta de estudio en ellos , es otra característica manierista típica de El Greco, y aumenta la artificiosidad de su pintura.
En la importancia de señalar que recursos ha elegido el autor para generar la sensación de movimiento dentro de la obra cabe destacar la expresión de sentimiento de cristo, de la virgen, del conde muerto….
Destaca la composición romboidal de la escena superior, con Cristo, la Virgen, San Juan y el ángel, en los vértices del rombo. Pero el resto de los personajes aparecen abigarrados, sobre todo en algunas zonas más que en otras. En esta escena superior muchos personajes aparecen en escorzos (el ángel que lleva el alma), retorcidos (serpentinata), dinámicos, influencia de Miguel Ángel, con un canon más alargado que rompe con la proporción clásica y se adentra en el manierismo. Estas formas se convertirán en característica normal en la pintura de El Greco. En la zona inferior la composición es circular, los personajes aparecen más estáticos, bien de frente o de perfil o de espaldas (característica manierista).

jueves, 11 de febrero de 2010

COMENTARIO DE LA EXPULSIÓN DE ADÁN Y EVA EXPULSADOS DEL PARAÍSO:





La expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal es un fresco realizado por el destacado artista del primer Renacimiento Masaccio( 1425-1428).No es del Quattrocento total,rompe con los patrones. El fresco se encuentra pintado sobre la pared de la Capilla Brancacci, en la iglesia de Santa María del Carmine en Florencia, Italia.

En cuanto al análisis formal :El soporte es el muro, pintada al fresco, la temática representa una famosa escena en la Biblia, la expulsión del Paraíso que se narra en Génesis, 3, aunque con algunas diferencias en relación con el relato canónico. Es la primera vez que el pintor se plantea hacer el desnudo masculino y femenino (en 1420) y es un atrevimiento criticado. Respecto a la Línea, tiene un fuerte predominio y su trazo es discontinuo se ve claramente una sensación de movimiento . El color tiene un valor cromatístico y compositivo, y respecto a la tipología de colores utiliza colores como anaranjado o amarillo(colores cálidos) en las figuras de Adán y Eva o algunos trozos del suelo pero en cambio en el cielo azul ya son colores fríos, y también el ángel con el rojo marca esos colores cálidos.

Con respecto a la luz , según el estilo que decía sería ambiental pero como ya he dicho rompen los patrones del Quattrocento y sería una luz proyectada, hay sombras y no viran al negro sino al marrón oscuro .En pecho de Eva si hay negro; hay unas saturaciones de color.

La perspectiva hay elementos que permiten observar scorzos como en ángel de color rojo, o también la sensación de tridimensional(Adán de culpa y Eva de desafiante)y sobretodo crea sensación de profundidad y creación de distintos planos. Sobre el ritmo y el movimiento, es un mundo de expresión introspectiva (gesto, opiniones serenas…) este cuadro es el revés el cuadro riñendo, Eva llorosa y con el vientre relajado y Adán con las manos en la cabeza diciendo :¿ Dios mío que he hecho? y con el vientre contraído , que toma aire. Esta pintura es famosa por su vívida energía y realismo emocional sin precedentes. Una restauración en los años 1990 quito la pintura añadida así como el polvo y la suciedad, volviendo al color original y eliminando las hojas que se pusieron para tapar a Adán y Eva. Y para terminar esta claro que la composición es abierta ; todos los extremos divergen hacia los extremos.Las composiciones oblicuas fomentan la sensación de movimiento y en este cuadro la geometría no juega un papel fundamental en la composición.